Ayer, por la tarde un viento de tormenta me embistió por sorpresadoblegándome... como a una espiga:derecha, izquierda,arriba, abajo,llegué a rozar el suelo con los labios;no me quebré,pero no alcancé a besar la tierra amadaNo llegué al lugar donde una bombilla negra enciende la noche,ni donde las luciérnagas mueren de aburrimientoa causa de la constante luz de tu rostro.Sólo quedé detenido entre dos mundos,en la misma estación,la del olvido, viendo pasar de largolos trenes de vagones azules.